Patologías

Las patologías más comunes en fisioterapia son aquellas que afectan al sistema músculo-esquelético. La fisioterapia puede ayudar a prevenir, tratar y rehabilitar estas patologías, mejorando la función y la calidad de vida de los pacientes.

Espalda

Dolor en región cervical que en ocasiones puede producir dolor de cabeza, mareos y cursar con falta de movilidad y rigidez.


La causa puede ser por mala higiene postural, traumatismos, alteraciones en la articulación temporomandibular, estrés, ansiedad, depresión…


El tratamiento consiste en terapia manual, punción seca, ejercicio terapéutico y estiramientos.

Dolor cervical que se puede irradiar hacia el brazo por afectación de nervios cervicales, con sensaciones de hormigueos, calambres o quemazón por el brazo, antebrazo, mano y dedos.


El tratamiento va dirigido a los nervios afectados y que producen los síntomas, con terapia manual, neuromodulación percutánea ecoguiada en el nervio, ejercicios de neurodinamia y movilidad cervical.

Dolor en zona lumbar que en ocasiones puede irradiarse al glúteo y cursar con rigidez y falta de movilidad.

 

Puede estar ocasionado por posturas mantenidas durante mucho tiempo, sedentarismo, malas técnicas durante la ejecución de ejercicio físico…

 

El tratamiento consiste en terapia manual, punción seca, movilidad articular pasiva y activa y un plan de ejercicio personalizado.

Se trata de una afectación del disco intervertebralqueseencuentraentrelas vértebras de la columna. La hernia se produce cuando parte del disco sale hacia afuera (normalmente hacia delante) de la columna, siendo más común enzonacervicalylumbar.

 

Causa dolor, pérdida de funcionalidad del paciente, parestesias o “adormecimientos” en miembros superiores o inferiores, no obstante, algunas pueden ser totalmente asintomáticas.

 

La principal causa es degenerativa, produciéndose en edades intermedias de la vida (>30-50 años), aunque puede ser multifactorial influyendo factores como género masculino, sobrepeso, actividades repetitivas, estilo de vida sedentario o tabaquismo.

 

El tratamiento consiste en disminuir el dolor con técnicas de terapia manual, INDIBA y ejercicios pautados para recuperar recuperar la funcionalidad del paciente, ganando movilidad y fuerza muscular en zonas adyacentes.

Se puede manifestar con dolor, debilidad, entumecimiento, hormigueo siguiendo el recorrido del nervio ciático (zona lumbar, glútea y cara posterior/externa de la pierna).

 

Se desarrolla con una irritación del nervio por compresión a lo largo de su recorrido. Las zonas más comunes donde se puede comprimir el nervio serían a nivel del disco intervertebral, estenosis del foramen raquídeo o músculo piramidal.

 

El tratamiento consiste en pautas posturales en fase aguda para disminuir el dolor, ejercicios para mantenerse activo, terapia manual y neurodinámica del nervio. Progresar a ejercicios más intensos para fortalecer la faja abdomino-lumbar.

Brazo

El manguito de los rotadores es un conjunto de músculos y tendones que se encuentran en el hombro aportando funcionalidad y estabilidad (músculos supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor).

 

Cualquier alteración de uno de estos tendones se denomina tendinopatía, siendo la más frecuente la del músculo supraespinoso. Puede cursar con dolor en la región del hombro, irradiándose a la zona cervical o al brazo, así como limitación de la movilidad o falta de fuerza.

 

La causa es multifactorial: movimientos repetitivos, disminución de la masa muscular, traumatismos, aumento de la carga (sobreuso), más prevalente en sexo femenino, fumadores, sobrepeso y degeneración debido a la edad.

 

El tratamiento se basará en disminuir el dolor e inflamación, con técnicas de terapia manual, electroterapia, EPTE, INDIBA y ejercicio terapéutico que restablece la correcta movilidad, control motor y fuerza del hombro.

Las bursas son pequeñas bolsas rellenas de líquido que disminuyen la fricción entre las partes móviles de las articulaciones del cuerpo. La bursitis de hombro es una inflamación o irritación de estas bolsas.

 

Hay diversas causas que lo pueden ocasionar como traumatismos, degeneración debido a la edad, disminución de la musculatura o realización de movimientos repetitivos.

 

El tratamiento consiste en EPTE, neuromodulación, terapia manual y ejercicio terapéutico.

Consiste en una inflamación de la cápsula que recubre la articulación del hombro y sus alrededores, que conlleva a la formación de adherencias que van a producir la pérdida de movilidad tanto pasiva como activa del hombro.

Puede cursar con dolor y rigidez en la zona del hombro nocturno y diurno.

 

La causa es desconocida, aunque puede darse por una inmovilización prolongada, estrés, ansiedad, diabetes, cambios hormonales, medicamentos…Suele ser más común en mujeres.

 

El tratamiento consiste en terapia manual, INDIBA y ejercicio terapéutico para mejorar el recorrido articular, fuerza y disminuir el dolor.

Consiste en la compresión de los nervios del brazo provocando sensación de parestesias, dolor e incluso pérdidas de funcionalidad de los músculos que están inervados por dichos nervios.

 

Dicho atrapamiento puede ocurrir a lo largo de todo su recorrido, desde la salida de las raíces nerviosas de la columna cervical, el paso entre la clavícula y la primera costilla, a su paso entre la musculatura o a nivel de la muñeca. Existen pruebas fisioterápicas que nos dirán el punto exacto donde se encuentra la compresión.

 

El tratamiento consistirá en terapia manual para liberar todas esas zonas de compresión, neurodinámica del nervio, neuromodulación ecoguiada del nervio y reeducación de la postura.

También conocida como codo de tenista, es un dolor localizado en la cara lateral del codo (epicóndilo). La lesión se localiza en el tendón de la musculatura extensora de muñeca y dedos y cursa con dolor localizado en la

 

zona que suele irradiarse al antebrazo por su cara lateral y disminución de la fuerza al cerrar el puño.

 

La epicondilalgia suele ser consecuencia del sobreuso y la solicitación repetitiva de la musculatura del antebrazo, sobre todo movimientos de extensión de muñeca junto con prensión (cierre del puño). Otras posibles causas son un traumatismo directo en la zona o incluso problemas cervicales y de hombro, por lo que será clave realizar una valoración adecuada.

 

Buscamos aliviar el dolor y disminuir la inflamación para después pasar a recuperar la funcionabilidad y la fuerza de la musculatura de la zona. Para ello utilizaremos técnicas de terapia manual, neurodinamia, INDIBA, punción seca, electrólisis percutánea intratisular (EPI), vendaje neuromuscular y ejercicios terapeúticos, sobre todo de fuerza excéntrica para estimular la regeneración del tendón.

La epitroclealgia también conocida como codo de golfista/ epitrocleitis, hace referencia al dolor de la musculatura en la zona interna del codo, que se acentúa con movimientos de flexión de muñeca y codo pudiendo llegar a la región del antebrazo.

 

Suele ser consecuencia de sobreuso y gestos repetitivos tanto en ámbito laboral como deportivo, patologías cervicales o antecedentes traumáticos de codo.

 

Buscaremos aliviar el dolor y disminuir la inflamación con técnicas de terapia manual, punción seca, neurodinamia, INDIBA, electrólisis percutánea intratisular (EPI), vendaje neuromuscular y ejercicio terapéutico (isométricos, concéntrico y excéntricos) estimulando la regeneración del tendón.

Se trata de una inflamación de los tendones de los músculos abductor largo y extensor corto del pulgar. Su sintomatología es la aparición de dolor al girar la muñeca o el dedo pulgar, cerrar el puño o agarrar objetos. Si no se realiza tratamiento, el dolor puede extenderse desde la base del pulgar hasta la muñeca y antebrazo.

 

Se desarrolla tras una sobrecarga crónica de la muñeca, movimientos repetitivos o uso exagerado del pulgar. No obstante, puede darse por lesiones directas de muñeca o procesos inflamatorios como la artritis reumatoide.

 

Para su tratamiento se llevarán a cabo técnicas de terapia manual y ejercicio terapéutico, EPTE e INDIBA con el fin de disminuir el dolor, la inflamación y recuperar la movilidad funcional.

Conocida como artrosis del pulgar, es una alteración degenerativa de la articulación trapeciometacarpiana que une el dedo pulgar a la muñeca. Su sintomatología cursa con dolor moderado o intenso que aumenta al realizar la pinza y prensa de la mano, limitando las actividades de la vida diaria e incluso rigidez e inflamación articular.

 

Se desarrolla con la degeneración del cartílago que ayuda a que la articulación se deslice, en consecuencia, los huesos se friccionan entre ellos causando dolor.

Es una afectación progresiva y crónica, más frecuente en mujeres a partir de

50 años, tareas con movimientos repetitivos en el trabajo/deporte, uso excesivo del móvil, lesiones previas en muñeca o pulgar y mala congruencia articular por debilidad de la musculatura extensora frente a la flexora.

 

Se llevarán a cabo técnicas de terapia manual, INDIBA, vendaje neuromuscular/funcional, neurodinamia, y ejercicio terapéutico para fortalecer la musculatura extensora del pulgar, disminuyendo el dolor, la inflamación y permitiendo la movilidad.

El dedo en gatillo es una afección en la que el dedo queda atascado en una posición de flexión. Es causado por una inflamación de la vaina que recubre los tendones flexores, y por lo tanto engrosamiento del tendón, en ocasiones en forma de nódulo, que genera un atrapamiento de éstos a nivel de las poleas de los dedos.

Los dedos afectados con mayor frecuencia son el anular y el pulgar, pero la afección se puede presentar en cualquier dedo.

 

Aunque la causa del dedo en gatillo es desconocida, generalmente es frecuente en personas con trabajos o actividades que implican la flexo-extensión repetitiva de las falanges, durante un período prolongado de tiempo, o ante la presión externa intensa. También es más frecuente en mujeres, en personas que presentan cuadros de diabetes y artritis reumatoide.

 

El tratamiento irá encaminado a disminuir el dolor y la inflamación de la vaina y recuperar la movilidad del dedo mediante movilizaciones tanto pasivas como activas, técnicas de terapia manual, INDIBA y punción seca opcionalmente.

Pierna

Es un proceso inflamatorio de la articulación de la cadera, en la cual se encuentra el trocánter, el hueso que la compone. Este hueso está envuelto por una bolsa de líquido sinovial que lo protege.

 

La inflamación de esta bolsa es debido a la fricción repetitiva en los movimientos de flexo-extensión de la cadera. Otras causas podrían deberse a deportes de impacto o terrenos inestables, dismetría de cadera, cierto grado de obesidad y alguna caída o golpe directo.

 

El tratamiento irá enfocado a bajar la inflamación reduciendo el impacto de la articulación, descargando todas las estructuras musculares y tendinosas que envuelven la cadera y posteriormente un fortalecimiento de la musculatura glútea.

Es un choque entre los huesos que conforman la articulación de la cadera (el fémur y el acetábulo). Se manifiesta como un dolor inguinal, zona del trocánter o cresta ilíaca, sobre todo después de una práctica deportiva que conlleve impacto o levantarse después de permanecer mucho tiempo sentado.

 

Ocasionado posiblemente por crecimiento imperfecto de los huesos, por algún traumatismo directo o por fricciones repetitivas.

 

El tratamiento irá enfocado a eliminar el conflicto de espacio que provoca el choque de los dos huesos y que puede acelerar la artrosis de la articulación con ejercicios específicos para manejar el dolor y ejercicios de fortalecimiento.

La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más prevalentes en deportistas.

 

Se produce por un exceso de tensión en el ligamento que al final provoca una rotura, normalmente por un bloqueo de la rodilla. Si el mecanismo lesional no es muy grave se puede producir un esguince, de mejor pronóstico.

 

La rotura del LCA se opera en la gran mayoría de los casos, y tras la operación el tratamiento de fisioterapia es básico desde el primer día: drenaje de la inflamación, trabajo de la cicatriz para evitar adherencias, ganar la máxima movilidad posible y mantener y potenciar la fuerza y musculatura que

 

se pierde por la operación. En fases más avanzadas trabajaremos la estabilidad y ejercicios enfocados al deporte.

Lesión relacionada con los meniscos de las rodillas tanto interno como externo por un traumatismo o por degeneración.

 

Se produce cuando hay un movimiento excedido de flexión, compresión y rotación del fémur que el menisco no puede soportar.

 

Las pautas de tratamiento van en función a la fase en la que se encuentre y el grado de lesión. Las primeras fases están enfocadas a disminuir el dolor, controlar la inflamación y aumentar el rango de movimiento. En fases posteriores se trabajará la estabilidad de la rodilla con ejercicios de propiocepción, equilibrio y fuerza para retomar la actividad deportiva/actividad vida diaria.

Es una lesión del cartílago articular de la rótula, en la que se evidencia una disminución del grosor del cartílago ocasionando un mayor roce del hueso, ese roce y por tanto dolor, aumenta ante una sedestación prolongada.

 

Se asocia frecuentemente a lesiones agudas como luxación de rótula, rotura de ligamento lateral interno/ligamento cruzado anterior, artrosis o artritis.

 

El tratamiento se centra principalmente en disminuir el dolor y reducir el estrés de la articulación para que no roce el hueso con ejercicios de propiocepción, estabilidad, fuerza y resistencia.

El esguince de tobillo se define como una distensión o falta de continuidad en los ligamentos del tobillo. Con más frecuencia la estructura lesionada es el ligamento colateral externo, aunque también puede darse en el interno.

 

Se asocian a movimientos forzados de la articulación, en la que el ligamento se elonga más de lo que permite su estructura. Siendo más susceptibles en pacientes con inactividad física, obesidad y práctica de deportes de contacto.

 

El tratamiento consiste en primer lugar en eliminar la inflamación y dolor con terapia manual, vendajes compresivos, opcionalmente con electrólisis (aguja + corrientes) para acelerar la recuperación, ganar movilidad y fuerza con ejercicio terapéutico y por último hacer readaptación al deporte y/o vida diaria.

Lo que comúnmente conocemos como “tendinitis”, es una afectación del tejido del tendón que puede producir dolor en la zona posterior del tobillo. Según el grado de afectación, puede doler ante actividades deportivas o incluso al caminar.

 

Se produce por gestos muy repetitivos durante largos periodos de tiempo (por ejemplo, en saltadores) o por un exceso de carga muy alto de manera puntual, pudiendo degenerar el tejido.

Reconoceremos que es una tendinopatía si se produce dolor en un punto concreto del recorrido del tendón, que mejora con el movimiento y empeora con el reposo limitando actividades de la vida diaria.

 

El tratamiento consiste en terapia manual, movilidad de tobillo, ejercicios específicos para fortalecer el tendón, punción seca o electrolisis (agujas + corriente) opcionalmente.

La fascia plantar es una banda de tejido grueso y elástico que cubre los huesos de la base del pie y la musculatura plantar. La fascitis plantar cursa inicialmente con dolor intenso en la parte interna del talón que puede llegar a extenderse por toda la planta. Normalmente el dolor se acentúa más por la mañana al despertar y mejora con la actividad.

 

Se trata de una patología bastante habitual en personas con sobrepeso, con altas demandas físicas durante su trabajo y es frecuente que aparezca también en personas deportistas especialmente entre corredores.

 

El tratamiento inicialmente irá enfocado a disminuir el dolor. Se realiza terapia manual, vendaje funcional y ejercicios específicos para el entrenamiento de la musculatura del pie.

Los espolones son calcificaciones (crecimiento óseo) producidas en el talón como consecuencia, generalmente, de una fascitis plantar crónica. Pueden producir dolor en la parte interna del talón.

 

La formación del espolón se debe al acúmulo de calcio en las zonas dañadas para recuperar el tejido. Las causas del espolón están íntimamente relacionadas con las de la fascitis plantar como la exposición a cargas durante un tiempo prolongado, práctica deportiva intensa y sobrepeso.

 

Para su tratamiento se llevará a cabo terapia manual, opcionalmente electrólisis (aguja + corrientes) para reducir el espolón, ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del pie y estiramientos.

¿Crees que sufres alguna patología?

Estas son las patologías más comunes, pero si no encuentras la tuya escríbenos porque seguro que la tratamos.

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