Codo de tenista: Epicondilalgia.

El codo de tenista, clínicamente conocido como epicondilalgia lateral, es una afección común que afecta a la musculatura extensora del antebrazo. Este trastorno, caracterizado por dolor en el epicóndilo lateral del codo, es especialmente prevalente entre los practicantes de deportes de raqueta como el tenis, pádel, bádminton y frontenis. Sin embargo, también puede manifestarse en personas que realizan movimientos repetitivos en su entorno laboral.

Causas

El codo de tenista puede surgir debido a varios factores, entre los que se incluyen:

Sobreuso Mecánico: Movimientos repetitivos de extensión de muñeca acompañados de fuerza de agarre son comunes en muchas profesiones, como electricistas, asistentes de limpieza, trabajadores de la construcción y pintores. Además, las personas que pasan largas horas trabajando con computadoras y realizando numerosos clics con el ratón también están en riesgo debido a la alta demanda del extensor común de los dedos.

Mal Gesto o Adaptación Deportiva: Tanto en deportistas como en trabajadores, el uso de equipo adecuado, la técnica apropiada y una ejecución correcta son factores que influyen en la incidencia de lesiones como la epicondilalgia.

Alteraciones Funcionales Hombro-Codo-Mano: Debilidad muscular en el antebrazo, déficits de control motor, patologías cervicales asociadas y desequilibrios entre la musculatura flexora y extensora pueden contribuir al desarrollo de esta condición.

Traumatismos: Lesiones traumáticas pueden provocar inflamación del tendón, desencadenando un proceso degenerativo si no se trata adecuadamente.

Neuropatías: La afectación de nervios como el radial, cubital e interóseo también puede estar relacionada con la epicondilalgia.

Síntomas del codo de tenista

Los síntomas característicos del codo de tenista incluyen:

Dolor en la palpación de la parte externa del codo, que tiende a mejorar con la actividad y empeorar después de periodos de sobreuso.

Incapacidad funcional para realizar movimientos como el agarre de objetos o la extensión de la muñeca.

Déficit de fuerza en el agarre y la extensión de la muñeca.

Sensibilidad aumentada, alodinia o hiperalgesia en el epicóndilo.

Alteraciones en el control motor.

Dolor al levantar el brazo o al realizar movimientos como levantar un vaso o una botella.

Tratamiento de la Epicondilalgia

Diversos enfoques terapéuticos pueden ser efectivos para tratar el codo de tenista. Entre ellos se encuentran:

PRICE: Este método inicial de tratamiento implica Protección, Reposo, Aplicación de Hielo, Compresión y Elevación.

Terapia Manual: La activación muscular con movimiento, originaria del concepto Mulligan, implica movilización articular suave por parte de un fisioterapeuta junto con movimientos activos por parte del paciente, lo que ha demostrado mejorar la fuerza de agarre, reducir el dolor y aumentar la funcionalidad.

Flossing Bands: Esta técnica se basa en el uso de bandas elásticas para aplicar compresión sobre la articulación afectada, reduciendo el flujo sanguíneo local y modulando la información dolorosa que llega al sistema nervioso central, lo que puede mejorar la movilidad y la fuerza.

TENS (Estimulación Eléctrica Nerviosa Transcutánea): Se puede aplicar con un electrodo sobre el punto de dolor para reducir la hiperalgesia local.

Ejercicio Activo Libre sin Dolor: Se recomienda realizar movimientos de flexión, extensión, pronación y supinación del antebrazo, progresando gradualmente en la carga.

Punción Seca: Este tratamiento de puntos gatillo puede combinarse con isquemia pos punción y otras técnicas manuales para mejorar la funcionalidad y reducir el dolor.

Estiramientos: Estirar los músculos extensores del antebrazo, con variantes que incluyen la supinación y el estiramiento de la musculatura antagonista flexora, puede ayudar a mantener la flexibilidad muscular y reducir la tensión.

El codo de tenista, o epicondilalgia lateral, es una afección dolorosa que afecta a la musculatura extensora del antebrazo. Con la combinación adecuada de tratamiento, que puede incluir medidas como terapia manual, ejercicios específicos y técnicas de modulación del dolor, es posible aliviar los síntomas y promover la recuperación. Sin embargo, es fundamental abordar las causas subyacentes de la lesión, como el sobreuso mecánico o el mal gesto deportivo, para prevenir recurrencias y promover una óptima salud musculoesquelética. Si experimentas síntomas de epicondilalgia, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

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